Los editores de Limonero fueron elegidos como los "editores del año" en las Jornadas Profesionales de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Con esta excusa, charlamos con Manuel Rud sobre el arte de editar libros infantiles y el desafío que representa en los tiempos actuales.
Edición especial - Feria Internacional del Libro de Buenos Aires
La editorial independiente Limonero lleva casi 10 años marcando tendencia dentro del mundo de la literatura infantil con un catálogo que apuesta a un lenguaje potente, tanto en lo literario como en lo artístico. No son tiempos sencillos para la publicación de libros de tan alta calidad, pero en Limonero se continúa trabajando por acercar buenos libros a un público en expansión: el de las infancias. En ello radica su éxito editorial.
ULRICA: Teniendo en cuenta el reciente premio recibido en la Feria del Libro, ¿qué es lo que creés que los diferencia de otras editoriales?
MANUEL RUD: El premio es decidido y entregado por CAPLA (la asociación de libreros), de modo que imaginamos que el reconocimiento tiene que ver con nuestras decisiones de catálogo y los títulos lanzados en el último año, ya que los libreros son los más importantes e inmediatos mediadores de las editoriales y los primeros lectores de sus títulos. Creo que lo que hace peculiar nuestro fondo es la insistencia en la variedad (de estilos, de temáticas, de géneros), la apuesta a nuevos lenguajes (tanto gráficos como literarios) y, a la vez, la decisión de seguir editando libros de hechura sólida y cuidada.
U: ¿Qué desafíos presenta hoy editar libros infantiles de tan alta calidad en Argentina?
MR: Sin dudas, la coyuntura del papel es la principal dificultad del sector. El precio del papel, por variables globales pero también por un abuso de las empresas que detentan de manera oligopólica su producción y comercialización a nivel local, ha superado al menos en dos veces a la inflación en los últimos dos años. Esto compromete de manera decisiva los proyectos editoriales, afecta toda la cadena de valor y empuja a los sellos de libro ilustrado a atenuar sus costos bajando la calidad de manufactura (papeles más livianos y genéricos, encuadernación menos durable, tapa rústica, etc.).
U: Siendo que el catálogo es tan variado y muchos de los autores son extranjeros, ¿cómo es el proceso de selección de los títulos a editar?
MR: En general, después de casi diez años de actividad, estamos en contacto fluido con los editores, agentes, ilustradores y autores que nos hacen llegar sus proyectos, tanto para traducciones como para libros propios. Como le ocurre a cualquier editor independiente, podemos llevar a imprenta solo un porcentaje muy bajo de todas las propuestas que nos llegan y que consideramos serían un aporte valioso para nuestro catálogo. La selección tiene que ver con lo dicho arriba: la búsqueda de nuevos lenguajes, el imperativo de la sorpresa y el goce lector, la decisión de sostener a los autores e ilustradores ya publicados y, en la medida de lo posible, dar lugar también a nuevas voces y artistas recién iniciados.
U: ¿Qué particularidades tiene el segmento editorial de los libros ilustrados para infancias?
MR: A pesar de todo lo comentado, el segmento de la LIJ y el libro álbum es un sector pujante y dinámico. Hay cada vez más editoriales que apuestan al libro ilustrado, y ciertos géneros, como la novela gráfica o el libro ilustrado para adultos, vienen en franca expansión.
U: ¿Qué podemos esperar en el futuro de Limonero?
MR: Limonero ya tiene programada una decena de títulos para publicar durante lo que resta del año y en el primer semestre de 2024. Intentaremos mantener nuestra línea, por la que somos reconocidos por colegas, mediadores y lectores, pero también queremos aventurarnos por nuevos caminos. En un contexto bastante sombrío para la industria, sentimos que seguir publicando libros de calidad es ya en sí mismo un objetivo suficiente.
Los fundadores y editores de Limonero,
Lulu Kirschenbaum y Manuel Rud, felices con su premio.
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