top of page
  • Foto del escritorUlrica Revista

Amalia Sanz: la nueva normalidad literaria

Conversamos con la Directora del FILBA sobre la nueva normalidad impuesta a los festivales literarios y a la cultura en general.





El 2020 cambió nuestras vidas en formas que aún estamos interpretando y vislumbrando. Y todos tuvimos que adaptarnos a ello. La cultura ha sufrido diversos embates y cuestiones más apremiantes de la inmediatez, esa tiranía que no nos da respiro, relegó sus necesidades a un segundo o tercer plano. Pero no todos los actores culturales se han detenido. Muchos presentan y presentaron batallas. El Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (FILBA) fue uno de ellos.

Desde hace años se viene posicionando como uno de los eventos regionales de literatura de mayor importancia. Escritores, críticos, editores y lectores se reunían, hasta 2019, última edición presencial, para celebrar, discutir y compartir la cultura del libro. Talleres, charlas, conferencias, lecturas y eventos performáticos, protagonizados por importantísimas figuras del ámbito nacional e internacinal, se reunían con fieles lectores y curiosos para intercambiar y enriquecerse culturalmente. Amalia Sanz es una artífice no menor del nacimiento, progreso y consolidación de este evento literario. Su labor comenzó en los orígenes mismos de la Fundación FILBA, allá por el 2008 cuando se realizó el primer festival. Con experiencia laboral en diversas áreas relacionadas a los libros y la literatura, es hoy Directora del la Fundación que lleva adelante el festival y las otras actividades que competan el calendario cultural de la institución: el FILBITA (destinado a la literatura para niños), el FILBA Nacional (que pone énfasis en una provincia argentina diferente en cada entrega), el FILBA Escuelas (que busca promover la lectura y crear nuevos lectores) y demás talleres y programas.

Cualquiera que en estos años haya participado de las actividades de la Fundación sabe del profesionalismo con el que se desarrollan. Originalidad y planificación, sumando un equipo de trabajo sólido , son marcas que distinguen al FILBA. También hay que destacar, aunque parezca un dato menor, la puntualidad con la que inician y finalizan cada actividad contemplada en cada uno de los días que dura el Festival.

2020 fue para ellos un año de desafíos en los que tuvieron que adaptarse a la virtualidad. El FILBA pasó a ser totalmente on-line y lo aprovecharon para presentar un nutridísimo grupo de invitados que debido a los costos de organizarlo en forma presencial hubiese limitado e incluso imposibilitado. Enormes figuras, como Joyce Carol Oates, dijeron presente y marcaron el inicio de una nueva etapa para los festivales y encuentros literarios en Argentina.

En esta entrevista Amalia Sanz nos adentrará en este mundo y en las dificultades y ventajas de la nueva normalidad. Porque en definitiva de lo que se trata es de vivir la literatura desde cada ámbito. No por nada ella cree que el mundo es más grande- y un poco más justo,-gracias a la literatura.


ULRICA: ¿Cómo se planifican los eventos culturales, específicamente los literarios, en este contexto de pandemia?


AMALIA SANZ: Se planifican con incertidumbre y al mismo tiempo con la certeza de que hay que hacer una planificación con tiempo. La pandemia nos enseñó que todo puede cambiar en cualquier momento y que el plan b es tan importante como plan a. Por eso, a la hora de organizar con antelación el evento no podemos desconocer el contexto y sabemos que todo puede cambiar de un momento a otro. Ahora mismo estamos trabajando para el festival de septiembre y ya decidimos manejarnos exclusivamente con la virtualidad pero, confiando en que el escenario pueda abrirse, también planificamos tener algunos espacios de presencialidad y de encuentro.


U: En este contexto pandémico donde todo parece que se circunscribe a la medicina y a la política, ¿qué espacio puede darse a la cultura?


AS: Nosotros, como una organización privada sin fines de lucro, buscamos que la literatura sea como un refugio, como un espacio para pensar e interpelarnos. Un espacio de reflexión y al mismo tiempo, una vía de escape en relación a un contexto que, por momentos, se puede volver insoportable, tedioso o angustiante. Por lo tanto, creemos que el lugar de la cultura, en estos tiempos, debe ser central.


U: ¿Qué actividades se desarrollan para el público más allá de los festivales?


AS: En FILBA tenemos, además de los festivales, un programa de escuelas (FILBA Escuelas) en el que trabajamos hace 11 años. Con ese programa buscamos contribuir con la formación de lectores y el desarrollo de las comunidades lectoras en el entorno escolar, a través de distintas instancias de encuentro, intercambio y formación. Este año, obviamente, también se mudó a la virtualidad. También acabamos de lanzar un laboratorio de escrituras que es un ciclo de formación, dividido en cuatro módulos (narrativa, poesía, no ficción y literatura infantil y juvenil. Para nosotros es un lanzamiento muy importante que hemos hecho este año.



U: ¿Cuáles serían las desventajas de esta virtualidad o nueva normalidad?


AS: La irrupción de la virtualidad no solo afecta a un festival literario, sino a también al trabajo en sí, con las nuevas formas de reuniones. Yo considero que la pérdida del cuerpo presente en el trabajo es la mayor pérdida que afrontamos. Perder la mirada con el otro y el contacto físico. Eso enrarece los vínculos y las dinámicas de los encuentros. También el encuentro con los lectores, por supuesto, en los pasillos de los festivales. Extrañamos mucho esos espacios y queremos volver a ellos ni bien podamos.


U: ¿Y las ventajas? Porque suponemos que pueden generarse espacios innovadores.


AS: Sí. Nos gustaría volver a la presenciabilidad pero manteniendo, probablemente, la virtualidad porque eso nos ha abierto nuevas puertas. Ha multiplicado la audiencia y, al mismo tiempo, tenemos nuevas posibilidades de convocar autores de otras partes del mundo que antes, quizás, no tenían la oportunidad de viajar hasta acá. Ahora pueden sumarse a las conversaciones que se generan a través de FILBA con mayor facilidad. Recién ahora estamos empezando a descubrir la virtualidad y la estamos aprovechando. Son formas nuevas y atractivas que ya existían pero que aún no habíamos experimentado. Es un territorio muy interesante para explorar.


U: ¿Cuántos de los cambios generados por esta virtualidad considerás que llegaron para quedarse?


AS: Particularmente, me cuesta mucho hacer pronósticos. Pero sí creo que esa «vieja normalidad», tal cual como la vivimos hasta marzo del 2020, no será posible y las herramientas virtuales serán centrales. Ya no podemos pensar en alguien haciendo un viaje de una hora y media, de una punta a la otra de la ciudad, para un evento de 25 minutos. Ni hablar para los autores que debían afrontar vuelos trasatlánticos para asistir a una charla. Es como si ahora, con estas nuevas herramientas, veamos que era algo que no tenía demasiado sentido.


U: ¿Cómo ha sido la respuesta del público a estos cambios en el FILBA?


AS: La respuesta del público fue excelente. El año pasado, el festival en su primera edición online, trascendió ampliamente las fronteras de Buenos Aires y pudo disfrutarse en todo el país y en el exterior también. Y este nuevo público, que anteriormente no podía participar del festival, nos dio muestras de mucho agradecimiento. Para nosotros también fue una sorpresa porque superó nuestras expectativas. Igualmente se extrañó el encuentro cercano en las salas, la copa de vino después de las charlas.


U: ¿Qué nos podés adelantar del programa del FILBA 2021?


AS: Estamos en la etapa de pre-producción. Muy embrionaria. Es muy interesante para nosotros porque es donde nos ponemos a pensar y a bocetar. Qué puede pasar y qué no; qué podemos hacer y qué no y de ahí van decantando las ideas. Así que aún no tenemos mucho para adelantar. Pero sí puedo decirte que estamos trabajando a contrarreloj en otro festival que organizamos y, esto se los digo en exclusiva porque aún no realizamos los anuncios. Es el FILBA Nacional que será en Santa Rosa, La Pampa, aunque completamente virtual pero el foco estará en esa ciudad, del 16 al 19 de Junio. Nuestro trabajo, hoy, está enfocado ahí. El FILBA Internacional será del 22 al 26 de septiembre. Estamos apostando a tener, ya para esa fecha, algún espacio público al aire libro con artistas y autores locales, y privilegiar la virtualidad para los autores internacionales.

127 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page