Por Margarita Díaz de León
En la herida como vida entera
eres en mis días
yerro silencio desvelo
un sueño no siempre bueno
Mi constante pensar en ti
Es
El
Camino
De
Mordernos
La
Boca
vacía de dolor
Amarnos sin palabras
bajo todas las lunas
hacia todos los horizontes
Imagino
traído por la brisa entras ahora mismo
Imagino
me tocas y te beso, la gente se afantasma
Imagino
me tomas y nos salvamos del derrumbe del mundo
Con la fuerza, luz de música boreal
con la levedad, suspiro del viento céfiro
con la sutileza, vibración de tarde silenciosa
eres la entrega del deseo con el rostro del amor
Mas el viento en tremolina deforma tu imagen
eres mis dudas
lo incierto, lo sospechado, lo incomprendido
La revelación se cuela por la apertura de mi falda
No estás
Y espero verte cruzar sin casualidad
por esa maldita puerta
¿Para qué quiero la ligereza del viento
si te vas de mí?
Lejos, destruyes nubes del sentido
pinchas, disecas lo vivo, impiadado
Distante, estoy en medio de un campo cenizo
amordazada, sin pétalos entre las manos, devastada
¿Llorar?
¿Solo llorar?
No quiero que el verano se precipite más
Sin tu persistencia
¿por qué pervivir?
(Ciudad de México - México) Doctora en Humanidades con línea en Teoría Literaria. Coordinadora del Diplomado en Estudios Literarios de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, México. Ha publicado artículos académicos en revistas especializadas sobre la obra de Julio Cortázar, Jorge Luis Borges y diversos autores del Río de la Plata. Es coordinadora de talleres de lectura y escritura Literatura En Espiral. Es participante del colectivo Slam Poetry, creadores de piezas de lírica acústica con música, canto y poesía. Es autora del poemario En Escala del 15 al 26 (Talleres Porrúa), Falda al viento (Editorial El Diván Negro), del que nos comparte esta selección.