Carlos Greco nos revela algunos secretos atrás de un film perdido.
¿Qué más se puede decir sobre Jorge Luis Borges? ¿Con qué más nos puede sorprender?
Borges escribió mucho. Además de los textos por todos conocidos, fue un prologuista y conferencista excepcional. Dio cientos de entrevistas. Su mundo fue la literatura, pero también fue un cinéfilo. Para Sur escribió reseñas de películas como la monumental Citizen Kane de Orson Welles.
Esta pasión por el séptimo arte también lo llevó a escribir varios guiones con Adolfo Bioy Casares, siendo los más famosos los que escribieron junto al director Hugo Santiago Muchnik: Invasión (1969) y Les autres (1971). También colaboró en la adaptación de algunos de sus textos.
Ya ciego, siguió disfrutando del cine.
Por eso no nos puede extrañar que, cuando el director argentino José Luis Di Zeo y el realizador polaco Tadeo Bortnowski le propusieron hacer una adaptación de El Sur y que el mismo autor apareciera interpretando a Juan Dahlmann, el protagonista, Borges hubiese aceptado encantado. Esta película, de unos treinta minutos de duración y que se fusiona con lo documental, estuvo perdida durante tres décadas. Fue rodada originalmente en 1977 en diversas locaciones que indicó el autor.
La película, que hoy ve la luz en diversos eventos culturales, recientemente se exhibió en el Centro Cultural Borges durante las jornadas organizadas por la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. Esto es gracias a Carlos Greco, ingeniero y empresario cultural argentino, editor de los libros Borges de Buenos Aires (Emecé, 2007 - poesías de Borges y fotografías de Di Zeo y Greco) y de Borges cuenta Buenos Aires (Emecé, 2016 - con cuentos del gran escritor argentino y fotografías de Greco), ambos con prólogo de María Kodama.
Borges, un destino sudamericano, como se presenta hoy el film, incluye como prólogo una entrevista al director y al realizador. En ocación de la reciente proyección, Ulrica pudo conversar con Greco sobre esta rareza borgesiana.
ULRICA: Sabemos que esta película estuvo perdida por varios años.¿Podés contarnos un poco sobre cómo la encontraste?
CARLOS GRECO: Esta película estuvo 30 años en el ropero de Tadeo Bornoski, héroe de guerra polaco, que filmó la guerra en el frente ruso hasta la desaparición de Polonia y emigró a la Argentina. Junto con José Luis Di Zeo le ofrecieron a Borges filmar un cuento suyo. Aparentemente fue Borges el que sugirió el cuento El Sur,«acaso mi mejor cuento» en sus palabras.
U: La verdad es que es una pieza borgesiana de invaluable valor cultural. Para vos, en lo personal, ¿qué significa ser el custodio de ella?
CR: Es un honor y una responsabilidad. Debemos ser fieles a la filosofía borgesiana, cuidar este legado y difundirlo en la medida de nuestras posibilidades.
U: ¿Qué reacciones podés percibir en el público que asiste a las proyecciones?
CR: Asombro. Impacta el compromiso de Borges con el proyecto a lo largo del film y especialmente en la escena final en la que sale a pelear cuchillo en mano contra el destino.
U: Previo a encontrar la película, ¿cuál era tu relación con Borges y su obra?
CR: En particular siempre admiré ese cuento pues presenta una doble interpretación, un final abierto. Es el lector el que internaliza cuáles son los hechos reales de la trama y allí se toma conciencia de la genialidad del autor.
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