Por Alberto Bejarano
Ilustración de Mirabella Stoor
La obra del escritor chileno Roberto Bolaño puede asimilarse a la biografía imaginaria de uno de sus emblemáticos personajes: Auxilio Socorro Amparo Caridad Remedios Lacouture, la protagonista de su novela corta, Amuleto, (fragmento insertado primero en su gran novela, Los detectives salvajes). Auxilio es una pobre poetisa exiliada en México en el año 1968, en medio de la ocupación de la UNAM por el ejército. Trashum(e)ante y trasegadora de caminos, de viejos libros y noches sin fortuna, con o sin carretera de por medio, Auxilio es la madre de los poetas mexicanos. Auxilio es el aullido mayor de Bolaño por/con la poesía:
«Y yo, pobre de mí, oí algo similar al rumor que produce el viento cuando baja y corre entre las flores de papel, oí un florear de aire y agua, y levanté (silenciosamente) los pies como una bailarina de Renoir, como si fuera a parir (y de alguna manera, en efecto, me disponía a vislumbrar algo y a ser alumbrada), los calzones esposando mis tobillos flacos, enganchando unos zapatos que entonces tenía… yo una pobre poetisa uruguaya, pero amaba México como la que más…».
Quien dice biografía imaginaria se remite a Marcel Schowb, a Borges y a Pierre Michon principalmente. Se trata de esbozar poéticamente los detalles aparentemente nimios de un personaje para desollarse vivo. En Auxilio Lacouture ese detalle está en su boca: no tiene dientes, sonríe tapándose la cara, y esas cuencas sin fondo, en el abismo, le permiten ser una sombra vagabunda que erra por el DF. Y escucha voces. Y las voces, las vocecitas todas le hablan y le lanzan profecías:
«Metempsicosis. La poesía no desaparecerá. Su no-poder se hará visible de otra manera…Marguerite Duras vivirá en el sistema nervioso de miles de mujeres en el año 2035».
Es una forma salvaje de estridentismo (ligado al manifiesto infrarrealista del joven Bolaño en México). Bolaño fue un «pobre» poeta chileno que luchó y gozó con la escritura esperando siempre el cheque de la Universidad desconocida de Enrique Lihn. Solo al final pudo canjearlo. Fue después del éxito de Los detectives salvajes: le quedaban menos de cinco años de vida. También fue Bolaño como una cama de Malévich, asociada oníricamente (y en pesadillas) a sus propios dibujos, al final de aquella novela y de muchos de sus poemas. Trazos insomnes, febriles, nerviosos, apurados, desacompasados. La escritura de Bolaño (cuentos, poesía, novelas cortas, novelas ríos, novelas totales) se ha dirigido por su misma condición vital hacia el teatro en los últimos años, en Francia, en España, en México, en Estados Unidos, como si fuera una profecía (una más) secreta de Auxilio Lacouture.
Roberto Bolaño es poesía de ojos siempre abiertos, en exposición ilimitada a la vida dionisiaca, aunque a veces se lamentara y dijera que se requiere, como buen griego a la manera de Arquíloco, algo, una pizca al menos de Apolo. Bolaño es, en uno más de tantos de sus autorretratos, una cama de Malévich con los ojos abiertos:
«Soy una cama que no hace ruidos una cama a la una
De la mañana y a las cuatro de la mañana
Una cama siempre con los ojos abiertos
Esperando mi fin del mundo particular.
Soy la cama negra de Malévich soy la cama paciente
Que se desliza por el crepúsculo la cama renga
De los niños siempre con los ojos abiertos.
Soy una cama que se sueña piano una cama sujeta
A la poesía de los pulmones una cama voraz
Comedora de cortinas y alfombras
Esperando mi fin del mundo particular»
(Bogotá, Colombia) Alberto Bejarano nació en 1980. Es escritor e investigador en literatura y artes. Se doctoró en Filosofía en la Universidad París 8 con tesis sobre Roberto Bolaño. Investigador en Literatura Comparada en la Maestría de Literatura del Instituto Caro y Cuervo (Colombia). Ejerce la docencia universitaria en literatura y artes en Colombia. También lo ha hecho en Brasil. Ha publicado, entre otros: Ficción e historia en Roberto Bolaño (Instituto Caro y Cuervo, 2018), Antología y estudios críticos de la Revista espiral (1944-1954) (Sílaba, 2018), Archipiélagos e islas desiertas en clave francófona (Universidad Santiago de Cali, 2019). Acaba de publicar su libro de poesía Sonámbula la bailarina lleva los ojos abiertos curados de viche en la editorial Sílaba de Medellín.
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