El retrato de una vida intensa marcada por la literatura y la pasión.
Por Rocío Angulo Daorado
Ilustra Mirabella Stoor
Alfonsina Storni nace el 29 de mayo de 1892 en Sala Capriasca, la Suiza italiana y fallece el 25 de octubre de 1938 suicidándose en Mar del Plata, (Argentina), siendo aún muy joven. Con temprana edad, aprendió a hablar en italiano, y en 1896 vuelven a San Juan, de donde son sus primeros recuerdos: «Estoy en San Juan, tengo cuatro años; me veo colorada, redonda, chatilla y fea». Fue Alfonsina de una familia empresaria cuya precariedad y escasa situación laboral provocó un profundo abismo tanto en su vida como en su producción literaria. Esta situación, motivada por su espíritu ansioso de aprender del mundo, le llevó a formar parte de una compañía de teatro cuya experiencia, como ella misma expresa a través de su sensibilidad, hará mella en sus años posteriores: «A los trece años estaba en el teatro. Este salto brusco, hijo de una serie de casualidades, tuvo una gran influencia sobre mi actividad sensorial, […] Pero casi una niña y pareciendo ya una mujer, la vida se me hizo insoportable».
Tras volver, Storni decide estudiar la carrera de maestra rural en Coronda, y allí recibe su título profesional. Además, será partidaria de dos revistas literarias, Mundo Rosarino y Monos y Monadas.
Experimentada ya en la docencia, decide marchar hacia Buenos Aires, donde nacerá su hijo Alejandro el 21 de abril de 1912 y donde verá publicado su primera obra La inquietud del rosal, un libro de poesías donde expresaba sus deseos como mujer y describía su condición de madre soltera sin ningún tipo de complejo.
En junio de 1916, aparece en Mundo Argentino un poema titulado «Versos otoñales». Este hecho será de gran significado en su vida, pues Amado Nervo, el poeta mejicano culmen del modernismo junto con Rubén Darío, también publicará en esta revista. A partir de ahí, Alfonsina se relaciona con numerosos e ilustres poetas modernistas, así como con los primeros esbozos de la vanguardia hispanoamericana; y a pesar de su salud delicada, seguirá escribiendo y publicando numerosos artículos. De este modo, nace en 1918 El dulce daño.
Desde entonces, una serie de reconocimientos rodean a Alfonsina: En 1920, su libro Languidez, había merecido el Primer Premio Municipal de Poesía y el Segundo Premio Nacional de Literatura. En 1931, publicó sus Dos farsas pirotécnicas: Cimbelina y Polixene y la cocinerita. Colabora, además, en el diario Crítica y en La Nación, y sigue asistiendo a clases de teatro.
Sin embargo, en lo que parecía ser una inmejorable trayectoria literaria, la poeta tuvo que lidiar con un mal que la arrastró hacia el final de sus días: el diagnóstico de un cáncer de mama. Será pues cuando la personalidad de Alfonsina empiece a verse aminorada, sobre todo, después de la muerte de su querido Horacio Quiroga, llevándola a suicidarse en Mar del Plata con apenas cuarenta y seis años.
La vida de Alfonsina Storni, cuya producción literaria adquirió el adjetivo de polifacética, y cuya personalidad de una mujer comprometida con la sociedad de la época en la lucha por la reivindicación de la figura femenina, siempre estuvo marcada por el dolor, la enfermedad y la desgracia.
Storni, quien ha conseguido alzarse, a pesar de la dureza, como una de las mejores voces del panorama literario del siglo XX, tuvo que enfrentar lo que le suponía ser mujer en un mundo de hombres, lucha que se muestra muy bien, sobre todo, en su faceta periodística.
No obstante, el final le llegó de la peor manera posible, o quizás fue ella misma la que le dio forma de calma. Su cuerpo, encontrado en las orillas del mar, conmovió y sigue conmoviendo a toda una sociedad que admira y llora por igual el destino de una poeta que nunca se ha marchado del todo.
(Sevilla - España) Rocío Angulo Dorado nació en Camas (Sevilla) en 2002. Es estudiante del Doble Grado en Filología Clásica e Hispánica en la Universidad de Sevilla. Nos cuenta sobre su formación: «He crecido durante mi vida rodeada de libros que contaban historias que acabaron formando la mía». Ha publicado Non Omnis Moriar (2018), con Editorial Benilde, sede en la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla, y Trece (2021), con Editorial Círculo Rojo. Ha ganado varios premios, entre ellos, dos ofertados por el Ayuntamiento de su localidad, Camas, Sevilla, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer y ha visto representada dos veces su obra teatral Aniversario de Virgilio, defensa de la cultura clásica, en el instituto donde estudió. Se siente una enamorada de la cultura grecolatina y la literatura en general, participa activamente a través de su perfil de Instagram difundiendo y divulgando este amor por los clásicos. Se encuentra sumergida en la investigación y reivindicación de mujeres escritoras que han sido olvidadas o injustamente menospreciadas. «Aspiro a conseguir del mundo un lugar donde cualquier especie tenga cabida y lucho por defender mi pasión por la palabra, esa arma tan bellamente poderosa capaz de derribar fronteras».
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